Hace doscientos años, la familia Curwen era una de las familias esclavistas más ricas y
poderosas del sur. Y también de las más crueles.
Desde hace unos pocos años la mansión Curwen fue cedida al Estado de Luisiana
por la familia y, desde entonces, se convirtió en un museo sobre la época colonial.Esta mansión tiene una historia bastante oscura, y por ello todavía no se ha podido abrir al público.
Contamos con vosotros para que nos ayudéis a salvar el museo, y poder abrirlo lo antes posible.